¡El mundo perfecto en urgencias no existe! La Resiliencia el resultado

  • abril 19, 2021
  • EMergiendo
  • 7 min read
Urgencióloga

Gabriela Obregón Mendoza

  • Especialista en Medicina de Urgencias
  • Vicepresidenta y socio fundador de la Sociedad Hidalguense de Medicina de Urgencias y Desastres A.C.
  • Vocal de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencias A.C.
  • Instructora AHA para BLS y ACLS

¡El mundo perfecto en urgencias no existe! La Resiliencia el resultado

¿Qué es la obscuridad?. El concepto más sencillo para responder esta pregunta es sin duda: la ausencia de luz. Lo que nos llevaría a preguntarnos: ¿Qué es la luz?, y seguramente nos perderíamos en el eterno juego de ¿Quién fue primero?: el huevo o la gallina. ¿Es conceptualmente permitido dar una connotación mística o emocional a estos conceptos?, la respuesta es: sí.

Darle un nombre a un objeto, situación o sentimiento, es parte fundamental sin duda de la evolución humana. El Homo sapiens se convirtió a través de la historia no solo en un mono bípedo, si no en un individuo pensante que resuelve problemas cotidianos con base en el antiguo precepto de la prueba-error. Y esto resulta tan cierto, que pronto desarrollo un método de comunicación único, cada día más sofisticado para denominar su entorno. Pero había algo más que lo diferenciaba del resto de los seres vivos o al menos eso creemos hasta ahora. La fantástica capacidad de la conciencia del ser, con todos los bemoles que esto conlleva. Sabía que tenía diferentes emociones: alegría, tristeza, ira, etc., y que estas se desencadenaban por eventos cotidianos y que se acompañan de cambios físicos particulares.

Con el paso del tiempo se convirtió en un maestro y en muchas ocasiones en un artista. Un ser evolucionado; aprendió que el fuego, emite el cálido ambiente que lo mantiene tibio, que puede ahuyentar a los depredadores que pongan en peligro a su tribu; pero también, que el fuego puede producir dolor, lesiones e incluso la muerte y que si bien el mismo elemento podía causarle felicidad y placer de igual manera podía traer consigo tristeza y frustración.

Y… ¿Dónde entra este juego de la obscuridad y la luz?. Con la evolución del lenguaje y el conocimiento de su entorno; se pudo llamar a la rueda: rueda y al agua: agua. Pero esto no era suficiente para una mente en expansión y comenzamos a nombrar más allá de lo tangible y de lo visible. En el inicio la concepción de una entidad alejada de nuestra comprensión, sin una figura conocida parecía insostenible e inimaginable. Pero de pronto parecía más cómodo archivar en él, todo lo desconocido o lejano a su precario entendimiento; así comenzó a utilizarse esta entidad como una divinidad creadora y sublime, una solución conveniente a todos los dilemas existentes. Y así, cuando el día era bueno lo atribuimos a esta entidad y si el día era malo también se le adjudicaba este favor… al final comenzamos a asociarlo para mayor familiaridad a algo conocido como la luz y la obscuridad. Entonces apareció el sentido figurado, el arte de nombrar una cosa para describir otra y por más confuso que parezca, funcionó a la perfección.

La resiliencia no es más que una conducta evolutiva, en teoría aparentemente normal y esperada para un sapiens que pudo adaptar su cuerpo para perdurar a través del tiempo, pero en la práctica es ligeramente más complicada, puede traducirse como una batalla a muerte, no contra la prueba o circunstancia en sí, si no, contra uno mismo. La supervivencia en estos tiempos va más allá que evitar que algo te devore, es más complejo que el hecho físico de mantenerse con vida.

La racionalización de los eventos cotidianos (buenos o malos, con luz u obscuridad) trae consigo la herramienta del aprendizaje, pero es sin dudarlo una ardua pelea que no siempre se gana. Es más aún, entender que perdiendo ganas más, parecería descabellado; pero al final descubre el triunfo de la luz ante a la obscuridad. Pero… ¿Qué nos lleva romantizar esta lucha diaria contra la adversidad que nos aleja de forma inclemente del ideal del mundo feliz que tanto añoramos? Llegando a tan terrible conclusión: El mundo idílicamente perfecto ¡no existe!, la homeostasis de un organismo no es ni efímeramente posible, el universo es un constante escenario de creación y destrucción sin fin. Si es tan difícil controlar un simple átomo, detener el tiempo o conocer los rincones del universo. ¿Por qué insistimos en la idea de un mundo perfecto? ¡En la imperfección está la evolución! En los errores, tropiezos y obscuridad se encuentran los secretos más celosamente guardados para conquistar el azaroso camino al éxito.

Los individuos más adaptados, los que logran reponerse más fácilmente a las pruebas de la cotidianidad, aquellos individuos con menos necesidad de control, pueden acariciar por un breve momento, ese mundo en calma tan solo un segundo y al siguiente continuaran su batalla diaria.

El Urgenciólogo, es sin duda el resultado de esta evolución labrada de una manera muy peculiar.

¿Cuántos de nosotros ni siquiera imaginábamos lo que significaba no dormir toda una noche?, mucho menos, que eso era el menor de sus problemas. Trabajar de pie, sin comer, sin beber agua, en situaciones de extraordinaria incomodidad, usando equipo de protección personal durante horas continuas, tan solo observando impávidamente el brotar sin fin de pacientes durante la guardia, sentirse desfallecer, con esa extraña sensación de náuseas asociadas a la deprivación del sueño, sentirse acechado por un virus indolente que con un simple descuido puede costarle la vida así mismo ó a un ser amado; llorar en silencio por impotencia y desesperación ante la muerte inminente de aquellos que claman por una bocanada de oxígeno que pueda salvar sus vidas, tocar a través de capas de látex las febriles manos, ante unos ojos temerosos que encaran con desolación y fingida resignación su inevitable partida. Y después de tanto desgaste del alma poder ver con esperanza la luz del nuevo día y mantener el espíritu inquebrantable, es una labor titánica.

Pero seguramente esa fortaleza insospechada, no hubiese sido conocida de otra forma que el sometimiento a esa necesidad de supervivencia.

¿Eso nos hace Superhumanos?  lamento confesar, que no es así, pero es un comienzo irrefutable. Así como el universo se destruye y se crea de nuevo, el humano evolucionado lo hará de esta manera hasta el final de sus días. Las pruebas no se detendrán y como en toda pelea habrá lesiones, heridas y caídos, huellas imborrables que puedan darnos una idea de que tan cruenta fue la batalla, cicatrices que cuentan una historia, nos faltaría piel para alojarlas a todas ellas durante nuestra existencia, así como a los libros les harán falta hojas para plasmar en ellos, la extraordinaria enseñanza que deja siempre la adversidad.

Resumiendo, la resiliencia es la eterna victoria de la luz frente a la obscuridad, el resultado de años de adaptación física, mental y espiritual, la graduación de una existencia colmada de experimentos prueba-error, donde la fuerza de la experiencia nos deja la sabiduría y el valor de levantarnos por más azaroso que parezca el destino y vaya que el urgenciólogo sabe de estas contiendas, aferrándose con todo su ser a todo lo visible y a lo intangible, con la única encomienda de perdurar estoicamente en la inmensidad del universo.

Cite este artículo como: Dra. Gabriela Obregón, “¡El mundo perfecto en urgencias no existe! La Resilencia el resultado” blog EMergiendo SMME,  abril 2021. Disponible en: https://emergiendo.org.

Editor revisor: Dra. Silvia Uribe Moya

10 replies on “¡El mundo perfecto en urgencias no existe! La Resiliencia el resultado”

  • abril 20, 2021 at 7:43 PM

    Excelente texto

  • Dulce Iveth Chico Garcia
    abril 21, 2021 at 6:36 AM

    Grandes palabras llenas de verdad, y aunque aún nos falta en esta contienda contra el virus; podemos decir que si bien llegó dando una sacudida al mundo también sacudió el ejercicio médico. Espero que todos los colegas tenga las herramientas para seguir en la batalla, gracias por este maravilloso texto.

  • Lucia Santana Ramirez
    abril 22, 2021 at 10:18 AM

    Sin duda es la realidad que se está viviendo.

  • Guillermina Islas Sanchez
    abril 22, 2021 at 10:33 AM

    En la misma humanidad reside el error, y el aprendizaje por el mismo da evolución, si, es importante conciliar al enfermo con su enfermedad, hacerlos amigos cuando no hay más, así los urgenciologos no verían al mismo por lo mismo, en menos intervalos de tiempo. Que ardua su labor, su constancia al estudio y al aprendizaje, gracias, en esta sindemia, por permanecer cuidandose desde su hogar hasta su área laboral, con todo y bemoles, por su fortaleza familiar mi sincero reconocimiento.

  • Maria Eugenia Alvarado
    mayo 3, 2021 at 6:28 PM

    Muchas gracias por su aportación. Una gran verdad que estamos viviendo. Fuerza!!

  • Marilin Gabriela Obregón Mendoza
    mayo 3, 2021 at 10:40 PM

    Muchas gracias por su comentario

  • Marilin Gabriela Obregón Mendoza
    mayo 3, 2021 at 10:44 PM

    Muchas gracias por sus palabras, en el aparente fracaso se oculta el verdadero éxito.

  • LEO ADOLFO LAGARDE BARREDO
    mayo 3, 2021 at 11:05 PM

    LEO A LAGARDE .
    una existencia colmada de experimentos prueba-error, donde la fuerza de la experiencia nos deja la sabiduría y el valor de levantarnos por más azaroso que parezca el destino .
    Mi reconocimieto para ti Gaby.

  • mayo 3, 2021 at 11:17 PM

    Mi reconocimiento para tu gran labor Gaby .
    me parece lo mas destacado . La resiliencia es la eterna victoria de la luz frente a la obscuridad
    felicidades.

  • Omar Rodríguez Guridi
    mayo 4, 2021 at 6:46 AM

    Excelente aportación y análisis de lo que nos toca vivir como profesionales de la salud, hay muchas cosas en las que la carga física y emocional es excesiva, aunque en. U estro día a día pareciera normal, no todos estamos hechos para resistir y continuar esta evolución dinámica, guardia arriba y a continuar.

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