Eduardo Morado Arteaga
Omar Juárez Rodríguez
Medicina basada en evidencias aplicada a Urgencias
El término medicina basada en evidencias (MBE) surgió en el año 1991, con la intención de mejorar la educación médica, con un enfoque más alejado de las prácticas empíricas y creando un sistema de validación para la toma de decisiones, para así crear una forma de poder validar la información médica de distintos estudios.
En la actualidad la medicina basada en evidencias se ha convertido en una manera universal para guiar la práctica médica hacia un mejor implementación teórica-práctica, la manera en lo que esto se trata de lograr es mediante la obtención de un panorama general de toda la evidencia que existe de un tema en específico y no tratar de seleccionar la evidencia que solo respalde cierto punto de vista.
La evidencia científica según la MBE tiene un orden jerárquico, en donde se toman distintos factores; estos factores pueden ser determinados por la clasificación de GRADE (Grading of Recommendations, Assessment, Development and Evaluation), la pirámide jerárquica de la MBE está compuesta por 8 pisos (ordenado de más recomendado al menos recomendado):
- Ensayos controlados aleatorios
- Estudios de cohorte
- Estudios de casos control
- Serie de casos
- Reporte de casos
- Investigación en animales
- Investigación in-vitro
- Opinión de expertos
El sistema GRADE maneja distintos parámetros para poder formar un puntaje, estos parámetros son:
- Calidad de la evidencia
- Diseño del estudio
- Ítems que disminuyen la calidad
- Ítems que aumentan la calidad
Dentro de los ítems que aumentan y/o disminuyen la calidad se encuentran:
- Disminución de calidad:
- Limitaciones en el diseño de ejecución del estudio (riesgo de sesgo)
- Inconsistencia de resultados
- Incertidumbre acerca de que la evidencia sea directa
- Imprecisión
- Sesgo de publicación notificación
- Aumento de calidad:
- Fuerte asociación
- Existencia de gradiente dosis-respuesta
- Evidencia de que todos los posibles factores de confusión o sesgos podrían haber reducido el efecto observado
Otros dos tipos de estudios que se encuentran en la punta del nivel de evidencia son las revisiones sistemáticas y los meta-análisis, siendo la primera la de mayor valor. Una revisión sistemática recolecta toda la información posible dependiendo de un tema y un diseño en específico, analizando y revisando los resultados de dichos artículos, en cambio un meta-análisis proporciona un análisis cuantificativo a raíz de otros estudios que hayan usado la misma pregunta de investigación que el meta-análisis.
En Medicina de Urgencias el entendimiento de la MBE es de suma importancia, ya que al ser un área en donde la toma de decisiones tiene que ser rápida en ciertos contextos, se puede caer en la automatización de la decisión terapéutica, lo cual puede ser benéfico o perjudicial para el paciente, aunque la MBE está lejos de ser un sistema perfecto y tiene sus errores, es un sistema que trata de mejorar el desenlace de los pacientes.
Como médicos de primera línea se tiene que la actualización médica es una necesidad para poder brindar la mejor atención a los pacientes, por lo que es de suma importancia tomar en cuenta cada aspecto de los artículos que se lean, ya que si al momento de leer el artículo nos encontramos que solo nos habla de los efectos de “X” fármaco y sus efectos in-vitro o en un reporte de casos de 6 pacientes, en los cuales se reportan efectos benéficos y decidimos guiar nuestro tratamiento con base a dichos resultados, se comete un error importante, ya que nos estamos guiando con estudios de evidencia científica baja.
Por eso, siempre hay que tener conciencia acerca de cómo está elaborado dicho artículo y valorar si de verdad cuenta con valor suficiente y practicidad para poder trasladarlo al área de urgencia, idealmente hay que guiar la práctica diaria con base a revisiones sistemáticas y/o meta-análisis, idealmente basados de ensayos clínicos aleatorios, para así tratar de garantizar la mejor atención posible.
Bibliografía y lecturas recomendadas:
- Djulbegovic B, Guyatt GH. Progress in evidence-based medicine: a quarter century on. Lancet. 2017; 415-423.
- Aguayo-Albasini JL, Flores-Pastor B. Sistema GRADE: clasificación de la calidad de la evidencia y graduación de la fuerza de la recomendación. Cirugía española. 2014; 92: 82-88.
- Rosner AL. Evidence-based medicine: Revisiting the pyramid of priorities. Journal of Bodywork and Movement Therapies. 2012: 16(1): 42–49.
- Mikolajewicz N, Komarova SV. Meta-Analytic Methodology for Basic Research: A Practical Guide, Frontiers in Physiology. 2019;10:203.
Cite este artículo como: Omar Juárez, Eduardo Morado. “Medicina basada en evidencias aplicada a Urgencias”. Blog EMergiendo SMME, junio 2021. Disponible en: https://emergiendo.org.
Editor revisor: Dr. Said Alejandro De la Cruz Rey
Buena descripción de lo que está plasmado..